...Y nuestra pareja concursante habría ganado, sin duda, un buen dinerito, que son muchos y buenos los adjetivos que nos acuden en tropel con sólo imaginarla. Y si tienes la suerte de invitarla a un almuerzo y gozar de una deliciosa charla con ella, como hicimos nosotros, su simpatía y su gracia te arrollan y te atraviesa su talento, no sólo para la interpretación- el incuestionable que le ha dado el favor del público y de la industria con numerosos premios y reconocimientos, sino para el arte de comunicar. Su don de gentes, su carisma, ese potente sello personal. Una artista que ha tocado todos los palos de su negocio y todos bien, con entrega, pasión y sentido del humor del bueno. Porque Anabel es muchas cosas, pero sobre todas ellas, una amorosa gamberra de la vida que le ha permitido explorar su profesión en la atalaya desde la que, sólo los que aún conservan su corazón de niño maravillado y feliz, saben extraer toda su magia. ¡Enhorabuena, Anabel, y larga vida para que te sigamos disfrutando!

Estela Alcaraz